No cabe duda de que el proyecto ya está de moda. La sostenibilidad está ahora en el centro de las preocupaciones de científicos, arquitectos, interioristas, productores y creadores de todo tipo. Y, como era de esperar, también estuvo en el centro del último Fuorisalone que acaba de terminar en Milán.
Os hemos contado las cosas más interesantes que se han visto en la pasada edición, la trigésima. Hoy, sin embargo, permanecemos en Milán, en dos de las áreas principales de la Design Week de Milán, pero les hablaremos de la sostenibilidad desde el punto de vista de Stefano Boeri. De hecho, en estas últimas horas, el arquitecto italiano de fama mundial presentó su último proyecto: el Bosco Navigli.
Bosco Verticale y filosofia green
Como su nombre indica, se trata de un proyecto que hace referencia a los dos rascacielos construidos en 2014 en el distrito de Isola de Milán por el mismo Boeri: el complejo Bosco Verticale. Ganador del International Highrise Award en 2014 y del premio a la Mejor Arquitectura del Mundo en 2015 en Chicago, el Bosco Verticale está compuesto por dos edificios a torre, respectivamente, de 110 y 76 metros de altura, 40 millones de euros gastados para construirlos y ahora forman parte del skyline de la ciudad.Con sus 800 árboles, 5 mil arbustos y 11 mil plantas, de hecho, el Bosco Verticale promete transformar 25 toneladas de dióxido de carbono en oxígeno cada año.
Devolver su espacio a la naturaleza
La intención explícita es claramente la de devolver la naturaleza a la ciudad. La implícita es quizás la de hacernos invisibles, dejar finalmente menos huellas y pedir disculpas a la naturaleza por el espacio robado.
Después de décadas de consumismo territorial y de recursos naturales, la sostenibilidad parece estar inevitablemente en el centro del debate en un intento extremo de remediar los errores. El resultado es un coro de excusas que se conviertió (afortunatamente) en tendencia, entre excelentes iniciativas, dedicación, pero también especulación e hipocresía.
Lo cierto es que el proyecto Bosco Verticale fue tan ecológico como económicamente fructífero. Movió mucho dinero y trajo consigo un rastro de otras asignaciones para la estrella de la arquitectura Boeri, quien ha estado diseñando edificios similares en todo el mundo durante años.Y así llegamos al día de hoy: el Bosconavigli.
Bosco Navigli, una “ziqqurat” verde en Milan
Bosconavigli es un proyecto recien anunciado. Va a nacer justo a lado opuesto de Milán, en el sur, entre Navigli y via Tortona, la cuna del Fuorisalone, a tiro de piedra del Parque Agriculo Sur. Una zona que, junto con el distrito de San Cristoforo, promete ser cada vez más verde. “El proyecto”, dice Elle Decor, “nacido de una idea de Stefano Boeri y desarrollado por el estudio Stefano Boeri Architetti e Arassociati con el diseño de AG&P Greenscape, es promovido por Milano 5.0 – una empresa que reúne a un grupo de desarrolladores milaneses e inversores “. Hablamos de un proyecto que tiene como objetivo la remodelación de unos 8 mil metros cuadrados de terreno, desarrollado en torno a “un patio central y un olmo centenario“. A diferencia de Bosco Verticale, Bosconavigli se desarrolla horizontalmente. Por eso los techos se convierten en protagonistas de una estructura que, por la forma de sus terrazas, se asemeja mucho al las ziqqurat de Oriente Medio – estructuras que, según Mircea Eliade, representaban una especie de montaña cósmica.
“Un nuevo ecosistema en el corazón más auténtico de Milan”
“Un nuevo ecosistema de gran biodiversidad está naciendo a lo largo de los Navigli, en el corazón del Milán más auténtico“, dijo Stefano Boeri. El edificio, además, contará con un sistema fotovoltaico propio y un sistema de recogida de agua de lluvia y riego.
“Los cánones arquitectónicos representados en Bosconavigli son el resultado de más de diez años de investigación que tiene como objetivo reescribir las características tipológicas relevantes de la tradición milanesa, mirando hacia un futuro compuesto por edificios de alto rendimiento integrados en el tejido urbano circundante”, añadió Giovanni da Pozzo di Arassociati.
El complejo también estará dotado de un jardín abierto a la ciudadanía porque la remodelación del territorio quiere formar parte del proyecto, junto con el nuevo concepto de “vivienda”. En definitiva, el proyecto se adapta perfectamente a la nueva tendencia. Solo tenemos que entender si esta nueva generación de arquitectos iluminados será suficiente para salvar al planeta de los intereses privados que lo han asfixiado. Por ahora, sonríamos al verde y sonreímos a Milán, el escenario de este renacimiento ecológico.
Emmanuel Raffaele Maraziti