Tu despacho en casa: como hacerlo y que estilo elegir

Desde que entró en vigor el estado de alarma, las personas obligadas a trabajar a distancia se han multiplicado. Algunos obligados por las medidas gubernamentales, otros por elección.
Otros más han considerado oportuno adaptar su profesión o sus proyectos a la nueva tendencia, así que su hogar se ha vuelto en un espacio a reconvertir. En definitiva, con la afirmación del teletrabajo, muchos han comenzado a repensar sus hogares en función de este cambio de hábitos. Tener una oficina o incluso un pequeño taller en casa ha vuelto a estar de moda.

Para hacer esto, por supuesto, es necesario disponer de espacios adecuados y, por eso, entender de qué actividad estamos hablando. Será difícil, por ejemplo, adaptar un pequeño estudio de una persona a determinadas necesidades. Pero tal vez el loft se adapta bien a un fotógrafo o artista. Una casa semi-independiente o una casa con entrada desde la calle puede convertirse en una pequeña tienda o “show-room”.

Mientras que, para la oficina clásica, un apartamento también puede ser adecuado. Bajo algunas condiciones: el espacio ocasionalmente “abierto al público” deberia estar cerca de la puerta de entrada, lejos de los dormitorios y la cocina, posiblemente equipado con una ventana, un baño accesible y quizás un pequeño armario o perchero. Lo ideal sería un apartamento con un pasillo o una entrada capaz de separar los diferentes espacios, guardando la privacidad de los espacios de la casa. El mobiliario, por supuesto, debe ser profesional y, al mismo tiempo, no chocar demasiado con el contexto.

Especialmente si vives con tu familia, será importante instalar ventanas y puertas capaces de aislar el ambiente del ruido externo e interno. Dado que usaremos el espacio durante la mayor parte de nuestro día, será muy importante minimizar el impacto energético y maximizar el confort ambiental.

Finalmente, será fundamental planificar nuestras necesidades: escritorios, archivos, monitores, sillas, librerías, estanterías, maquinarias, cualquier decoración, medidas y disposición de los distintos elementos. Solo después de tener claro todo lo que necesitamos en el detalle y lo que queremos, podremos proceder con la elección del estilo, en un espíritu de continuidad con el resto. En Portobellostreet.es tenemos algunos ejemplos.

1. La primera es una oficina de estilo nórdico Osaka, claramente minimalista, caracterizada por la presencia de dos estaciones de trabajo. Pocas distracciones, colores suaves, luz natural, librerías modulares, escritorio de madera y cristal. Una solución sencilla y elegante, que se adapta bien a diferentes tipos de ambientes.

2. Clásico, casi atemporal, adecuado para entornos más formales, es la oficina de estilo colonial sudafricano. El mobiliario en este caso pretende proyectar la idea de profesionalismo y experiencia en un estilo propio de las profesiones más tradicionales.

3. En el tercer ejemplo, el estilo es ciertamente vintage, pero el ambiente y los colores son deliberadamente más informales. En este caso, el escritorio y la librería conviven en un espacio con una dimensión definitivamente privada. Pero estos tres elementos sin duda serían buenos para amueblar una oficina con un color vivo, en una agradable mezcla de pasado y presente, estilos y colores.

4. Vintage pero con un estilo completamente diferente es la oficina diseñada por “Coleccion Alexandra“. Predomina el blanco y negro, lo que permite combinarlo con algunas variaciones de estilos contemporáneos. La personalización de los espacios trasmite carácter, determinación y fuerza casi agresiva. Ideal para personas ambiciosas, que siempre miran al futuro como una posibilidad.

5. Incluso el “Colonial Spartan” de nuestro quinto ejemplo se inspira en las formas clásicas pero se inclina hacia el “mínimal” y, por tanto, encaja muy bien con el estilo contemporáneo.
A diferencia del minimal puro, hay más atención al detalle en las decoraciones: el espacio es ciertamente más fácil de personalizar.

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